domingo, 26 de junio de 2011

El Actor y el Escritor

UNO
El actor y el escritor se conocen cuando son jóvenes y, sin embargo, ya famosos. El actor es famoso porque sale en telenovelas. El escritor es famoso porque hace entrevistas en televisión. Solo son famosos en su país de origen, pero ellos se sienten famosos y caminan como famosos.
El escritor entrevista al actor en la televisión. Se caen bien. Se hacen amigos. Se hacen amantes. Son amantes a escondidas porque tienen miedo de que la gente que los ve en televisión deje de verlos si lo sabe. Nadie sabe que son amantes, ni siquiera sus amigos, sus familias ni, por supuesto, sus novias.
El actor ha sido amante de otros hombres. Es más joven que el escritor, pero tiene más experiencia en el amor a los hombres. También tiene más experiencia en ocultar ese amor. Por eso suele viajar a otros países donde puede permitirse estar con hombres sin que se enteren en la ciudad en la que vive, donde tiene fama de mujeriego.
El escritor no tiene fama de mujeriego, pero ciertas mujeres lo persiguen porque les inspira ternura. Ha tratado de enamorarse de una mujer, pero todavía no lo ha conseguido porque sus primeras experiencias con mujeres fueron traumáticas y porque cree que sólo podrá enamorarse de un hombre. El actor es su primer hombre. Se entrega a él. Se enamora de él. Siente que ninguna mujer podría gustarle como él.
El actor y el escritor son amantes furtivos. No viven juntos. Viven cerca. Se ven muy tarde en la noche, después de trabajar, después de estar con sus novias. Tienen miedo de que alguien los descubra. Pero no pueden dejar de verse. Tal vez están enamorados y no lo saben. Tal vez no están enamorados y lo que los atrae es la complicidad que surge del secreto que los une.
El escritor le promete que algún día escribirá una película en la que el actor será la estrella. El actor se ríe, no le cree. El actor le confiesa que su sueño es ser un cantante famoso. El escritor le cree.
El escritor le dice que su sueño es irse a vivir a otro país y vivir con él sin tener que pasarse la vida ocultando el secreto. El actor le dice que eso es imposible, que nunca podrán vivir juntos y amarse sin esconderlo.
El escritor se cansa de vivir mintiendo y se va a vivir a otro país. Se siente libre por fin, pero extraña al actor. Le pide que se vaya a vivir con él. El actor va a visitarlo, pero vuelve a su país porque prefiere vivir donde es famoso. Le da miedo romper el secreto. Cree que si la gente se entera de que le gustan los hombres, se quedará sin trabajo, dejarán de ofrecerle papeles en la televisión. El escritor le dice que está equivocado, que le ofrecerán papeles más interesantes, pero el actor no le cree.
El escritor se muda a una ciudad más fría. No quiere volver a la televisión. Tiene unos ahorros. Puede escribir. Escribe. Sólo escribe. Escribe de las cosas que más le duelen. Escribe del amor a los hombres. Escribe del hombre al que amó, del hombre al que todavía ama, el actor. Cambia los nombres, lo presenta como una novela, pero, cuando el libro es publicado, mucha gente en su país reconoce al actor y al escritor que están tan obviamente agazapados tras los personajes ficticios que los encubren mal.
El escritor ha roto el secreto. El actor se siente traicionado. Todos saben o sospechan que fueron amantes. El escritor aclara que el libro es ficción, pero nadie le cree, la gente no es tonta. El actor se esconde, no da entrevistas, niega todo, odia al escritor, al que considera malvado y traidor.
El escritor se casa y tiene hijos. El actor se casa y tiene hijos. El escritor se divorcia y reconoce que le gustan los hombres. El actor se divorcia y no reconoce que le gustan los hombres. El escritor tiene cierto éxito, a pesar de que reconoce que le gustan los hombres o debido a eso. El actor tiene cierto éxito, a pesar de que no reconoce que le gustan los hombres o debido a eso.
El escritor publica varios libros en los que aparece la sombra del actor. El actor le dice a la prensa que no ha leído esos libros. El escritor sabe que es mentira.
No pocos años pasan sin que se vean o se escriban o se hablen. En realidad se han visto alguna vez en un aeropuerto, pero se han ignorado. El actor está más gordo, se deja barba, tiene fama de alcohólico y depresivo, deja amantes despechados en varios países. El escritor está más gordo, escribe peor, tiene fama de drogadicto y ermitaño, se pelea con las pocas personas que todavía lo quieren.
En una visita a la ciudad donde nació, el escritor va a un programa de televisión de alta audiencia. Le preguntan por el actor. Dice que fueron amantes, que lo recuerda con cariño, que lo extraña, que le gustaría volver a verlo. Es un escándalo, uno más en la carrera del escritor.
Tiempo después el actor le escribe un correo electrónico. Le dice que quiere verlo. Le da su teléfono. El escritor lo llama. Hablan por fin. Se hablan con cariño. Han pasado casi veinte años y están hablando con la complicidad perdida de cuando eran amantes secretos. Quieren verse. Necesitan verse. Acuerdan verse al día siguiente, viernes, a la tarde, en el hotel donde se aloja el escritor, en los suburbios de la ciudad. El escritor le dice que lo llamará para confirmarle la hora del encuentro. El actor le dice que estará esperando la llamada.
Al día siguiente, viernes, el escritor decide no llamarlo. No tiene una razón para no llamarlo. Quiere verlo. Pero decide no llamarlo.
El actor se queda esperando la llamada. A medianoche, le escribe un correo electrónico lleno de insultos. El escritor se sorprende del odio que recorre esas palabras. Le contesta que tuvo un día complicado, que por eso no lo llamó, pero que eso no justifica los insultos y que es mejor que no se vean si todavía hay tanto odio.
Pasan no pocos años sin que se vean o se escriban o se hablen. Un reportero le pregunta al actor si algún día irá al programa de televisión del escritor. El actor se enfurece, trata mal al reportero, se niega a contestar. El reportero y sus colegas van con el cuento donde el escritor. Le dicen que el actor se vuelve loco cuando mencionan su nombre. El escritor les dice que él siempre recordará con cariño al actor, que alguna vez fueron amigos muy íntimos (pone énfasis en muy) y que le encantaría volver a verlo. El reportero y sus colegas van con el cuento donde el actor. (Veinte años atrás, hablaban en una cama, en secreto, fumando marihuana. Ahora se mandan mensajes con reporteros de espectáculos). El actor responde que no quiere ver nunca más al escritor, que no lo considera su amigo, que nunca fue su amigo íntimo ni muy íntimo ni nada.
El escritor enciende la televisión y ve al actor cantando en una publicidad de detergentes.
-Qué raro –piensa-. No tiene huevos para salir del closet, pero sí para hacer un comercial de detergentes.
El escritor sonríe y piensa que algún día escribirá una película en la que el actor será la estrella, o más probablemente que algún día ambos harán un comercial de detergentes.

DOS
El actor escribe un correo electrónico al escritor, sorprendiéndolo: Hola,
(Al escritor le sorprende la coma, que sugiere que tal vez el actor escribió algo que luego borró o quiso escribir y reprimió. Es, en todo, caso una coma prometedora).
El escritor responde: ¿Cómo estás?
El actor escribe: No bien,
(De nuevo, la coma intriga al escritor, pues al parecer delata cierta angustia o desasosiego, unas ganas de decir algo que quedan frustradas).
El escritor escribe: ¿Por qué? ¿Puedo ayudar en algo?
El actor pregunta: ¿Quién sabe de esto?
El escritor escribe: Nadie.
Desde luego, miente.
El actor escribe: Dame tu número.
El escritor escribe: No me gusta que me den órdenes. Las cosas se piden bonito.
El actor: No entiendo, no te he hablado mal, ¿o sí?
El escritor: Me dices: dame tu número. Suena un poco duro. Podrías decir: ¿te puedo llamar? El sábado estaré en Lima. Si te provoca, nos vemos en algún lugar discreto.
El escritor vuelve a escribirle: A ratos pienso que podríamos haber sido felices juntos y me da pena que no fuese así.
El actor escribe: No creo que nos podamos ver, tal vez será en otro tiempo.
(Lo que más le duele al escritor es que el actor diga “en otro tiempo”. Pudo decir “más adelante” o “en un tiempito”, pero “en otro tiempo” suena a “en otra vida”, a “nunca”).
Resignado, escribe: Suerte entonces, que todo vaya bien.
Educado, el actor se despide: Gracias, a ti también.
A despecho de su orgullo, el escritor insiste: ¿No piensas venir a Miami o ir a Buenos Aires? Me encantaría verte.
Le escribe, sin exagerar: Desperté soñando contigo. Habías venido a mi casa con una chica que era tu novia. La chica se llamaba Kanta y me saludaba con cariño. Luego tú me dabas un beso en la mejilla y me regalabas una camisa marrón.
Por fin el actor responde: He conocido a una chica, pero no sé.
El escritor escribe: Me pasa igual. Conozco chicas lindas, me acuesto con ellas, pero no me enamoro de nadie. Voy el fin de semana a Lima, veámonos, la vida se pasa y no nos veremos nunca y sería una pena.
Luego escribe: Estoy en Lima. Te quiero aunque no me creas.
El actor: No confío en ti.
El escritor: Yo tampoco confío en mí. Ni confío en ti. Nadie confía en nadie. Y no exageres el papel de víctima. Un escritor escribe lo que tiene que escribir y tú fuiste mi primer hombre y todo lo que escribí evocando ese momento inolvidable lo hice con amor y ternura. Si te molestó, fue por las malas razones, por miedo o vergüenza. Yo siempre sentiré orgullo de que fueras mi primer hombre y de que me gusten los hombres. No lo escondo y soy feliz así. Y creo que decir “es mi vida privada y de eso no hablo” es una salida cobarde. Entiendo que no confíes en mí y haces bien. Yo soy un escritor y lo seré hasta la última puta palabra que escriba, así como tú eres un actor y lo serás incluso cuando se te caigan los dientes.
El actor escribe: Esta vez sí te inspirastes (sic). Fuera de todo, tengo que proteger a mi hijo. Lo hago por él, sólo por él.
El escritor escribe: Te entiendo. Da miedo. Pero no lo estás protegiendo, lo estás haciendo más vulnerable. Yo sé que lo amas. Yo también amo a mis hijos. Pero lo mejor es que sepa quién eres de verdad y que se lo digas tú. Cuando yo les conté a mis hijos, se cagaron de risa y les dio igual porque saben que las amo, eso es lo único que les importa, no con quién me acuesto o no me acuesto. El problema de escondérselo es que tal vez algún día alguien le diga a tu hijo lo que tú no tuviste el valor de decirle y llegar tarde no sería bueno. Mi consejo es que no tengas miedo de decírselo porque no es una cosa mala. Él te amará siempre y mucho más si eres franco y le muestras tus debilidades. Porque, mira, si a un heterosexual famoso le preguntan si le gustan las mujeres, jamás diría: “es mi vida privada, de eso no hablo”.
El actor escribe: Lo que me jodió es que tuvistes (sic) que hablar. Carajo, si quieres habla de tu vida, pero no de los demás, al resto déjalo tranquilo. Tú quieres tirarte del avión, hazlo solo pero no conmigo. Jamás le diré a mi hijo esta mierda.
El escritor: Creo que te equivocas. Porque “esta mierda” es tu vida, tu pasado. Y si te avergüenzas de eso, haces mal. Y me temo que tu hijo lo sabrá igual, aunque quieras ocultárselo. En cuanto a mi derecho a hablar, de nuevo te equivocas. Primero, porque un escritor tiene derecho a contar su vida, en ficción o directamente en memorias, y al contarla, contar sus amores, y que tú fueras mi primer hombre no es ni será nunca una cosa menor. Segundo, porque nunca conté nada de manera vulgar o hiriente hacia ti, si te hirió fue porque no tienes el valor de aceptar la verdad y ahora la llamas “una mierda”. Y tercero, aun si no fuera escritor, no puedes exigirles a todos tus amantes hombres (que, como bien sabes, no han sido pocos) que por el resto de sus vidas guarden secreto absoluto de ti sólo porque no quieres salir del closet. La metáfora del avión no es exacta. Más exacto sería decir que tú decidiste quedarte en closet y quieres que todos tus amantes nos quedemos en el closet en solidaridad contigo.
El actor: Tú crees que eres feliz así. Yo no lo creo. Porque te dieron un espacio y la gente se caga de risa de cada tontería que hablas, ya crees que eso es la felicidad. Estás loco, no sé qué parte de la vida no la haz (sic) vivido, pero no sabes nada todabia (sic). No me gusta tu programa y lo sabes bien, ¿y? Esta chica es linda, pero no sé, hay algo que le falta…
(Esa última confesión le hace gracia al escritor y le hace pensar en una frase que escribió en su primera novela: “Tener sexo con una mujer es como comer comida vegetariana: sientes que te falta un pedazo de carne”).
El escritor escribe: Eres cómico. No soy feliz, pero soy razonablemente feliz porque vivo solo y tengo tres hijos que me aman y no tengo que ocultarles nada. También soy feliz porque soñaba con ser un escritor y me atreví y publiqué varias novelas que han ganado algunos premios y han sido traducidas a varios idiomas (incluyendo el mandarín, imagínate) y me han hecho ganar bastante plata, pero sobre todo el orgullo de haber escrito las cosas que me salieron de los cojones. No soy feliz únicamente por el programa, como dices, pero también me hace feliz tener un programa en Miami donde tengo absoluta libertad creativa para decir lo que me da la gana. Y "todavía" se escribe todavía con v chica, no “todabia” con b grande y sin acento. Y "has vivido" se escribe “has” no “haz”.  Y si mi programa te parece “una basura” como dijiste en televisión y lo que viviste conmigo, "una mierda", ¿por qué pierdes tu tiempo escribiéndome? Sigue disfrutando de tu apasionante vida en el walking-closet.
El actor escribe: Lo siento.
El escritor escribe: Todo bien. Sólo quiero que sepas que algún día me gustaría darte un abrazo antes de que nos vayamos de acá.

12 comentarios:

  1. no lo se, si este sea el blog real de Jaime Bayly..no soy fan de ninguno, pero soy de esas personas que aveces se les prende inesperadamente un dia algo, y dicen " y que sera de esta persona?y guglean.. si tb he gugleado a Jhonny Depp de joven, Elsa Pataky antes y despues, la chica Lulu, Monica Santa Maria de joven, James Dean de niño, etc " asi llegue a este blog.. solo puede decir que nacieron para estar juntos y culminar algo que no hicieron juntos..por eso estan asi, con el alma triste..aun hay tiempo de estar con la persona que uno ama.. o al menos limpiar rencores, siempre pienso que podria morirme un dia y no deseo irme sin antes haber dejado en paz a las personas importantes para mi..aveces habra que ceder y callar.. no defenderse ..solo dejar que el otro se desquite y hable y se desfogue.. total con quien mas sino con la persona que compartio el amor? a algunos les cuesta mas.. otro pudieron escapar a tiempo..pero dejar la paz..es lo mas bello..basta de orgullos, de pretensiones de quien es mejor o peor, o sabe mas o menos, al final nuestra vida es un resplandor de un segundo en el universo, extendamos la mano de reconciliacion, de amistad..pero bien firme, y el otro vendra y lo demas seguira su curso, en donde se busca amor, y paz, solo puede nacer cosas buenas.. no tengamos miedo para comenzar otra vez.. ojala que esta historia culmine con .. " escribo esta pagina corta pues no tengo tiempo, hay mucho que contar y hablar..daremos un paseo por lo lugares mas extranos del mundo, mis hijos y sus hijos estan bien. nos aman, ellos aman y son felices.. nuestras esposas, son nuestras mejores amigas, las mejores madres.. y son felices.. gracias Dios..que facil hubiera sido verlo asi antes.. pero por algo pasan las cosas..veremos el mar, estaremos los tres, porque tu siempre estuviste con nosotros :)"

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  2. soy fan del libro y me hubiera gustado que se quedaran juntos
    pero lo de ellos fue fugaz y de una manera tan especial que solo fue como un abrir y serrar los ojos la ,vivencia y lo difícil que fue para Joaquín mostrarse quien realmente era

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  3. Bueno de Jaime Bayly me quedo con estás frases el escritor Es Jaime Bayly y él escribe yle dice al actor su amante Diego Bertie yo seré escritor hasta la puta palabra que escriba y tú serás actor hasta que se te caigan los dientes ... jajaja me dio risa www.magdalenadelafuenteescritoragaviota.com

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  4. su historia me saca muchas lágrimas, hubiera sido tan bonito que tuvieran una relación sana, no importa si oculta o públicamente, sino simplemente juntos. me da mucha pena en parte diego, su partida dos meses después de salir del armario públicamente, no me imagino como se debe sentir jaime y lo peor con toda la gente que lo culpa. ellos merecían una mejor historia

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    1. Al fin nunca se vieron, cierto? Esta es la historia de amor más trágica… :(

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  5. Jaime es manipulador, se cree superior a Diego intelectualmente, Diego intentaba proteger a la que gente que amaba...murió en su ley, qué trágico final!!

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  6. Lo siento Jaime, ojalá se hubiera cumplido tu deseo de poder darle un último abrazo a Diego. Y que se perdonarán, lamentablemente no pasó. Que pena

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